CONFÍO EN EL PROCESO DE LA VIDA

CONFÍO EN EL PROCESO DE LA VIDA
Estamos aprendiendo cómo funciona la vida, es como aprender a utilizar el ordenador.
Cuando compramos nuestro primer ordenador, aprendemos los procesos básicos, como se enciende, como se apaga, como se inicia, como se termina un documento, como se imprime, y nos quedamos admirados de las maravillas que hace el ordenador y vemos con el tiempo y la practica constante que es mucho mas lo que puede hacer cuando aprendemos mas cosas sobre su funcionamiento.
Lo mismo ocurre con la vida, cuando mas aprendemos de su funcionamiento, mas maravillas realiza para nosotros, por eso mismo es importante reconocer con una aceptación genuina, que la vida tiene un ritmo y un flujo, y que todos formamos parte de ella.
Los pensamientos que tenemos y las palabras que decimos están continuamente configurando nuestro mundo y nuestras experiencias. Muchos tenemos el viejo hábito de pensar negativamente, y no nos damos cuenta del daño que nos hacemos a nosotros mismos, sin embargo nunca estamos estancados, porque siempre podemos cambiar nuestra manera de pensar.
Cuando aprendemos a elegir constantemente pensamientos positivos, los viejos y negativos se disuelven y desaparecen.
Así pues, mientras lees los siguientes pensamientos positivos y poderosos, permite que esas ideas te inunden la consciencia. Tu inconsciente va a elegir los pensamientos que sean importantes para ti en estos momentos. Estos conceptos son como fertilizantes para el suelo de tu mente al absorberlos y a medida que los vas repitiendo, enriqueces lentamente la base de tu jardín de la vida y cualquier cosa que plantes crecerá en abundancia.
20 AFIRMACIONES POSITIVAS
  1. Se que el proceso de la Vida me procura mi mayor bien, la vida me sustenta y me proporciona sólo experiencias buenas y positivas.
  2. Me veo como una persona sana y vibrante, rodeada de una belleza exquisita, teniendo una vida de amor y prosperidad, llena de alegrías y risas.
  3. Estoy en un maravilloso camino de cambio y crecimiento continuo.
  4. Confío en mi sabiduría interior, mi intuición está de mi parte y  me acompaña siempre.
  5. Cada momento del día, tiene algo especial para mi, mientras sigo mis instintos superiores y escucho a mi corazón.
  6. La vida tiene un ritmo y un flujo, y Yo formo parte de ella.
  7. Cuando dejo atrás mi pasado, mi momento presente se vuelve mas rico y pleno.
  8. El pasado ha pasado y se ha acabado y no tiene ningún poder sobre mi.
  9. Puedo comenzar a ser libre en éste momento.
  10. Los pensamientos de hoy crean mi futuro.
  11. Todo lo viejo se convierte en experiencias nuevas y maravillosas.
  12. Mi vida mejora constantemente.
  13. Me dispongo a dejar marchar las viejas creencias negativas, solo son pensamientos que me estorban.
  14. Mis nuevos pensamientos son positivos y satisfactorios.
  15. Ningún pensamiento del pasado me limita y elijo con atención mis pensamientos a partir de ahora.
  16. Si advierto en mi mente un pensamiento poco compasivo, nada amable, rápidamente lo cambio por uno compasivo y amable.
  17. Elijo el equilibrio, la armonía y la paz, y los expreso en mi vida.
  18. Dejo la necesidad de culpar a los demás, de creer inculpaciones de otros y de culparme.
  19. Fluyo con la vida, libre y amorosamente.
  20. Me amo, se que en cada recodo del camino solo me espera lo bueno.

¡Así es, así es, así es y así será!

 

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Campaña Contra el Suicidio : ¡PRENDE TU VIDA, NO LA APAGUES!

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ACERCA DEL SUICIDIO DE LOS ADOLESCENTE

Primera Parte

La tragedia de la muerte de un joven debido a desesperanza o frustración abrumadoras resulta devastadora para la familia, los amigos y la comunidad. Padres, hermanos, compañeros, entrenadores y vecinos podrían quedarse con la duda si pudieran haber hecho algo para impedir que ese joven decidiera suicidarse.

Aprender más acerca de los factores que podrían llevar un adolescente al suicidio podría ayudar a prevenir más tragedias. Aunque no siempre se puede impedir, siempre es buena idea informarse y tomar medidas para ayudar a un adolescente con problemas.

Los motivos detrás del suicidio o intento de suicidio en un adolescente pueden ser complejos. Aunque el suicidio es relativamente raro entre niños, la cantidad de suicidios e intentos de suicidio aumenta significativamente durante la adolescencia.

El suicidio es la tercera causa de muerte entre jóvenes de 15 a 24 años de edad, de acuerdo con Centers for Disease Control and Prevention (CDC), después de accidentes y homicidio. Se cree además que por lo menos 25 intentos se hacen por cada suicidio de un adolescente.

El riesgo de suicidio aumenta drásticamente cuando niños y adolescentes tienen acceso a armas en casa y casi el 60% de todos los suicidios en los Estados Unidos se logran con una pistola. Por eso cualquier pistola en su hogar debe estar descargada, bajo llave y fuera del alcance de los niños y de los adolescentes.

Sobredosis con medicamentos de venta libre, de receta médica y sin receta también es un método muy común, tanto para el intento de un suicidio como para lograr suicidarse. Es importante supervisar cuidadosamente todos los medicamentos en el hogar. También tome en cuenta que adolescentes intercambiarán diferentes medicamentos de receta médica en la escuela y los llevarán (o almacenarán) en sus casilleros o en la mochila.

Las cantidades de suicidios varían entre niños y niñas. Las niñas piensan  e intentan suicidarse dos veces más que los niños y tienden en intentar suicidarse por medio de una sobredosis de drogas o cortándose. En cambio, los niños fallecen por suicidio cuatro veces más que las niñas, tal vez porque tienden a usar métodos más letales, como armas, colgándose o saltando desde alturas.

 

¿Cuáles adolescentes están en riesgo de suicidarse?

Puede ser difícil recordar cómo se sentía ser adolescente, atrapado en esa área gris entre la niñez y la edad adulta. Por supuesto que es una época de increíbles posibilidades, pero también puede ser un periodo de estrés y preocupación. Se sienten presionados para adaptarse socialmente, tener un buen desempeño académico y actuar con responsabilidad.

La adolescencia también es una época de identidad sexual y relaciones sociales y existe la necesidad de independencia que a menudo está en conflicto con las reglas y expectativas que otras personas establecen.

Los jóvenes con problemas de salud mental, como ansiedad, depresión, trastorno bipolar o insomnio, corren riesgos más altos de pensar en el suicidio. Los adolescentes quienes pasan por cambios fuertes en la vida (el divorcio de sus padres, mudanzas, un padre que se va de casa por su servicio militar o por la separación de los padres, o cambios financieros) y aquellos quienes son víctimas de intimidación corren mayores riesgos de pensar en el suicidio.

Los factores que aumentan el riesgo de suicidio entre adolescentes incluyen:

  • Un trastorno psicológico, especialmente la depresión, trastorno bipolar y consumo de drogas y alcohol (de hecho, como el 95% de las personas que fallecen por suicidio tienen un trastorno psicológico al momento de morir).
  • Sentimientos de angustia, irritabilidad o agitación.
  • Sentimientos de desesperanza y de complejo de inferioridad que con frecuencia se manifiestan con la depresión.
  • Un intento previo de suicidio.
  • Antecedentes de depresión o de suicidio en la familia.
  • Abuso emocional, físico o sexual.
  • Falta de un grupo de apoyo, malas relaciones con los padres o sus pares y sentimientos de aislamiento social.
  • Hacer frente a bisexualidad u homosexualidad en una familia o comunidad que no lo apoya o en un ambiente escolar hostil.

 

Señales de Advertencia

El suicidio en adolescentes con frecuencia ocurre después de un evento estresante en la vida, como problemas en la escuela, la rotura con un novio o novia, la muerte de un ser querido, un divorcio o un fuerte conflicto familiar.

Los adolescentes que piensan en suicidarse podrían:

  • Mencionar el suicidio o la muerte en general.
  • Insinuar que ya no estarán más.
  • Mencionar los sentimientos de desesperanza o de culpa.
  • Retraerse de amigos o de la familia.
  • Escribir canciones, poemas o cartas sobre la muerte, la separación y pérdida.
  • Empezar a regalar objetos valiosos a hermanos o amigos.
  • Perder el deseo de participar en cosas o actividades predilectas.
  • Tener dificultades para concentrarse o pensar con claridad.
  • Mostrar cambios en hábitos de alimentación o de dormir.
  • Participar en comportamientos riesgosos.
  • Perder interés en la escuela o en los deportes.

 

¿Qué pueden hacer los padres?

Muchos adolescentes quienes logran o intentan suicidarse dan algún tipo de advertencia a seres queridos de antemano. Por lo tanto, es importante que los padres conozcan las señales de advertencia de manera que los adolescentes con tendencias al suicidio puedan obtener la ayuda que necesitan.

Algunos adultos piensan que los jóvenes que dicen que se van a lastimar o a matar «lo dicen sólo para llamar la atención». Es importante darse cuenta que si se ignoran a los adolescentes que llaman la atención, podría aumentar la posibilidad de que sí se lastimen (o peor).

Llamar la atención por medio de visitas a la sala de emergencias, consultas médicas y tratamiento en institutos por lo general no es algo que deseen los adolescentes, a menos de que sufran de una depresión seria y piensen en el suicidio o que deseen estar muertos. Es importante considerar las señales de advertencia como serias, no como formas de «llamar la atención» que se pueden ignorar.

 

Observe y Escuche

Observe bien a un adolescente retraído y con depresión. Comprender la depresión en adolescentes es muy importante ya que puede parecer diferente a las creencias comunes acerca de la depresión. Por ejemplo, puede presentarse como tener problemas con amigos, con las calificaciones, el dormir o estar de mal humor o irritable en vez de llorar o de sufrir de tristeza crónica.

Es importante tratar de mantener abierta la comunicación y expresar su preocupación, su apoyo y su amor. Si su adolescente le confía, demuéstrele que toma en serio esas preocupaciones. Una pelea con un amigo puede no parecerle importante en un contexto más amplio, pero para un adolescente puede ser intenso y abrumador. Es importante no minimizar o descontar lo que su adolescente está enfrentando, ya que esto podría aumentar su sentimiento de desesperanza.

Si su adolescente no se siente cómodo hablando con usted, sugiérale una persona más neutral como otro pariente, un miembro del clero, un entrenador, un consejero en la escuela o el médico de su adolescente.

 

Haga Preguntas

Algunos padres prefieren no preguntar a los adolescentes si han pensado suicidarse o lastimarse. Algunos temen que al preguntar, sembrarán la idea del suicidio en los pensamientos de sus adolescentes.

Siempre es buena idea preguntar, aunque sea difícil. Algunas veces ayuda explicar por qué pregunta. Por ejemplo, podría decir: «He notado que mencionas demasiado tus deseos de estar muerto. ¿Has pensado intentar matarte»

 

Obtenga Ayuda

Si se entera de que su hijo piensa en el suicidio, obtenga ayuda inmediatamente. Su médico puede recomendarle un psicólogo o psiquiatra o el departamento de psiquiatría de su hospital local puede proporcionarle una lista de médicos en su zona. La asociación de salud mental local o la sociedad médica del condado también pueden darle recomendaciones. En un caso de emergencia, puede llamar al número de emergencia local.

Si su adolescente se encuentra en una situación de crisis, la sala de emergencias local puede realizar una evaluación psiquiátrica exhaustiva y recomendarle los recursos apropiados. Si no está seguro si debe traer a su hijo a la sala de emergencias, comuníquese con su médico o llame al número de emergencia local para solicitar ayuda.

Si concertó una cita con un profesional de salud mental, asegúrese de no faltar a la cita, aún si su adolescente dice que se siente mejor o que no quiere ir. Pensamientos de suicidio tienden a ir y venir; sin embargo, es importante que su adolescente obtenga ayuda para desarrollar las habilidades necesarias para disminuir la posibilidad de que pensamientos y comportamientos de suicidio surjan de nuevo si llegara a ocurrir una crisis.

Si su adolescente se negara a ir a la cita, hable de esto con el profesional de salud mental y considere asistir a la sesión y trabajar con el médico para asegurar que su adolescente tenga acceso a la ayuda que necesita. El médico también podría asesorarlo para desarrollar estrategias que motiven a su adolescente a que desee obtener ayuda.

Recuerde que conflictos continuos entre un padre y su hijo pueden empeorar la situación para un adolescente que se siente aislado, no comprendido, que no vale nada o suicida. Consiga ayuda para dar a conocer los problemas de familia y resolverlos de manera constructiva. También informe al profesional de salud mental si existen antecedentes de depresión, abuso de alcohol o drogas, violencia en la familia u otros factores estresantes en el hogar, como un entorno de constante crítica.

Artículo escrito por Kids Health Organización.

Agradezco tus comentarios, preguntas o testimonios, podríamos salvar a muchos adolescentes y jóvenes alrededor del mundo, muchos padres no sabemos que ellos nos están gritando desde su interior ¡AYÚDAME!, sino hasta que lo vivimos en carne propia con alguno de nuestros hijos y créanme, este dolor no se lo deseo a ninguna madre, muy pocos han logrado salvarse de las garras de la muerte gracias a un milagro de Dios.  Puedo decir que soy una madre afortunada.

Con inmenso cariño comparto este artículo para todos los padres, docentes y tutores.

 

Myriam AmorAmore

comunicaciones@amoramore.co

amoramore@outlook.com

http://www.amoramore.co

 

 

 

 

 

 

Y AL FINAL DEL DÍA , TE PREGUNTAS: ¿Qué He Hecho Hoy Con Mi Vida?

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Al final del día viene bien examinar lo que hemos hecho y meditar unos momentos sobre el día y los avances que hemos logrado en él, evaluar si de verdad hemos progresado algo en cuanto a la obra de Dios, Su voluntad y lo que Él quiere que hagamos. 

¿Fue un día que hizo el Señor? ¿Fue un día en que cumplimos Su voluntad y lo que Él quería?  ¿Fue un día por el que nos sentimos agradecidos porque estamos seguros de que le ha agradado al Señor, y por lo tanto estamos complacidos por lo ocurrido y por lo que logramos en ese día? 

Al irnos a dormir por la noche conviene meditar sobre esas cosas y evaluar si estamos obedeciendo al Señor y agradándolo, para que Él pueda decir de nosotros por ese día: «Bien, buen siervo y fiel. Entra en el gozo de tu Señor». Y así podamos irnos a dormir tranquilos y satisfechos, agradecidos y contentos por haber hecho ese día todo lo que podíamos, y por poder descansar en paz. 

Se parece mucho a la actitud que con frecuencia adoptamos las personas mayores a medida que nos vamos aproximando al final del día de la vida y a la noche de nuestro sueño —la muerte—, a nuestro descanso temporal de nuestros trabajos, ¡hasta el amanecer de aquel gran nuevo día, cuando venga Jesús! Pensamos en nuestras vidas, recordamos nuestras obras y nuestras palabras, y nos preguntamos si hemos hecho todo lo que hubiéramos debido hacer por Jesús. 

Yo solía cantar aquella antigua canción que decía: «Me pregunto si habré hecho todo lo posible por Jesús, después de todo lo que Él hizo por mí», una hermosa canción que habla de tomar en cuenta los valores de la vida y las cosas que logramos en esas ocasiones en que nos preguntamos si habremos hecho de verdad todo lo que podíamos por Él y si habremos cumplido con lo que quería que hiciéramos. 

¿Ha sido verdaderamente una vida Suya, dedicada a Él, vivida con Su poder, Su fuerza y Su guía, conforme a Su voluntad; una vida que manifieste los frutos de Su Espíritu y los frutos de Su Palabra: almas nacidas para siempre en el reino de Dios, pequeñines instruidos en Su Palabra; niños que crecen según la disciplina e instrucción del Señor, que han aprendido a servirlo y vivir por Él? 

La pregunta es: «¿Qué has hecho tú con tu vida?», y ha sido con frecuencia la pregunta que me he hecho al llegar al final del día, al acostarme por la noche a dormir. Es la pregunta que nos hacemos cuando nos acercamos al final de nuestra vida, cuando nos preparamos para descansar de los trabajos de esta vida: «¿Qué he hecho con mi vida?» 

Muchas personas que han tenido experiencias de vida después de la muerte han atestiguado que cuando se presentaron delante del ángel de la muerte y del juicio, cuando vieron esa luz tan viva al final del largo túnel de las tinieblas de la muerte, la pregunta que casi todos dijeron que hacen cuando se presentan delante del ángel del juicio de Dios es: «¿Qué has hecho tú con tu vida?» 

Es una buena pregunta que hacerse al final de cada día: «¿Qué he hecho con mi vida hoy?  ¿Qué he hecho por Jesús?» Como dice otra vieja canción: 

¿Qué vas a hacer con Jesús?

No puedes quedarte indeciso.

Algún día tu corazón se preguntará:

¿Qué va a hacer Él conmigo?

 ¿Qué he hecho con Jesús, y qué va a hacer Él conmigo?  ¿Qué he hecho de mi vida, y qué hará Él según cómo la he vivido? ¿Cuál será mi recompensa por haberlo servido fielmente? ¿Lo he agradado? ¿Estará satisfecho conmigo? ¿Me esmeré al máximo por Jesús? ¿O cuál no será mi deshonra por mis fracasos, debilidades, desobediencias; por apartarme de Su voluntad y no seguirlo lo bastante de cerca, por no haber hecho lo que Él quería que hiciera?

 Jesús dice: «En esto es glorificado Mi Padre, en que llevéis mucho fruto»[1]. El Señor quería que todos los cristianos llevaran fruto como Él, en la forma de otro cristiano, más cristianos. Del mismo modo que cuando se planta un fruto del tipo que sea; cuando uno planta una manzana, le sale todo un árbol lleno de manzanas. Y si planta una pera, todo un árbol lleno de peras. Y si un mango, todo un árbol lleno de mangos. ¡Y si un cocotero, todo un árbol lleno de cocos! ¡El Señor quería que cada cristiano enterrara su vida en la tierra del servicio a Dios, que tomara su cruz y siguiera a Jesús y llevara fruto, más cristianos como él, o aún mejores!

 Porque el mismo Jesús dijo: «Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto»[2]. Y si salimos y morimos diariamente sirviendo al Señor, llevaremos mucho fruto, ¡más cristianos que anuncien el Evangelio a más perdidos y los conviertan al Señor!

 Eso es lo mínimo que Él puede esperar de nuestra vida y de nuestra salvación. Él murió para salvarnos a nosotros; ¿por qué no habríamos de dar nosotros también la vida para salvar a los demás? De hecho, el apóstol dice: «En esto se manifiesta el amor de Dios en nosotros, en que como Jesús murió por nosotros, así también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos»[3].

 Ahora nos pregunta a cada uno: «¿Qué han hecho ustedes con su vida?» Y algún día nos lo preguntará, cuando tengamos que responder a esa pregunta en el juicio: «¿Qué has hecho tú con tu vida?»

 Eso es lo que se nos preguntará a cada uno y lo que deberíamos preguntarnos cada día, lo que Dios nos preguntará cuando lleguemos al ocaso de la vida y lo veamos cara a cara.

 «Una sola vida, que pronto pasará;

solo lo que hagamos por Jesús perdurará.»

 «No es de necios entregar lo que no se puede conservar para ganar lo que no se puede perder».

 «Entonces Jesús dijo a Sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame»[4]. «Y cualquiera que haya dejado casas, o hermanos, o hermanas, o padre, o madre, o mujer, o hijos, o tierras, por Mi nombre, recibirá cien veces más, y heredará la vida eterna»[5]. «De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto».

 Que Dios te bendiga y te guarde y haga de ti una bendición para muchos. ¡Nunca te pesará, porque Dios es amor, y Él te ama y cuidará de ti hasta el final! Entonces escucharás Su: «Bien, buen siervo y fiel; entra en el gozo de tu Señor»[6]. Para siempre. Con todas las almas que hayan entrado eternamente en Su reino gracias a tu amor.

 ¿Le habré dado a Jesús toda mi vida,

a Él, que es mi Salvador?

De solo pensar en Su sacrificio en el Calvario,

sé que de mí espera lo mejor.

 Es tanto el tiempo que he desperdiciado…

Tan poco el que le he dedicado Él…

Es muestra de lo poco que en realidad lo amo,

pero aunque le duele, Él permanece fiel.

 ¿Habré cuidado a otros como debo

o los habré dejado perecer?

Quizás haya guiado a alguien a Cristo

y haya sembrado la semilla de la vida en él.

 Ya no me quedaré más en el valle;

partiré en nombre del Señor

a trasmitirle a un mundo agonizante

las buenas nuevas del amor de Dios. 

 ¿A cuántos he ayudado en este día?

¿A cuántos esperanza en Dios les di?

Me pregunto si hice todo lo posible

cuando Él tanto hizo por mí.

 [1] Juan 15:8.

[2] Juan 12:24.

[3] 1 Juan 3:16.

[4] Mateo 16:24.

[5] Mateo 19:29.

[6] Mateo 25:23.

 

Escrito por el Padre David Brandt Berg

 

Con mucho amor especialmente para ti.

 

Myriam AmorAmore